La Basílica de María Auxiliadora de Almagro, presencia salesiana histórica en la ciudad de Buenos Aires, todos los meses sale en ayuda de un grupo de venezolanos emigrados que viven en situación de calle.
Ofreciéndoles comida y salida laboral, extienden para ellos el espacio de un hogar que escucha y procura acompañar sus más urgentes necesidades.
La Fundación Marista suma su pequeño aporte a la obra donando monitores, teclados, sillas de escritorios, teléfonos y dos muebles de guardado que recibiera oportunamente para ayudar a ayudar.
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