Nueva Pompeya, 3 de Abril de 2021
Queridos amigos de la Fundación Marista.
Antes que a nadie, queremos agradecerles a ustedes por el trabajo constante y los esfuerzos sostenidos para gestionar los recursos que necesitamos en las obras. Aquí, en Nueva Pompeya, dependemos tanto de ustedes que, de no ser así, mucho de lo que hemos emprendido sería simplemente imposible. Cuando uno recorre la escuela, la carpintería, la radio… los diferentes espacios y actividades que intentan revertir una situación histórica de injusticias y atropellos, es inevitable hacerlos presentes y evocar esa presencia cercana que nos acompaña en esta misión.
En esta ocasión queremos hacerles llegar unas líneas para que la puedan compartir con esa persona que donó el dinero para la compra de los equipos que nos permitirán seguir trabajando en la documentación de la historia, relatos y vivencias de los indígenas de este impenetrable chaqueño. Ya está instalada la computadora y hemos podido bajar los materiales que habían quedado almacenados en la filmadora por falta de espacio. De a poco iremos instalando los programas que nos permitirán editar las entrevistas realizadas a los ancianos durante las alternancias de años anteriores. Estamos obstinados en poder continuar recorriendo el territorio indígena en busca de anécdotas de aquellos que desafiaron los mandatos anhelando un futuro mejor para sus hijos. Pronto construiremos un salón de exposiciones, en el viejo tinglado de la cooperativa, para llenar las paredes de banners con fotografías y datos que atestiguan la epopeya de nuestros antepasados. Allí también se proyectarán los documentales y filmaciones de tantos años de trabajo de los docentes y estudiantes de la Cacique Francisco Supaz, esta escuela fundada por los padres Wichí que soñaron un mañana distinto.
Gracias por “bancar nuestros sueños” y permitirnos pensar que un mundo mejor es posible. Nos cuesta comprender la actitud de ustedes, que sin conocer mucho de nuestras luchas se suman y hacen posible que avancemos varios casilleros a la vez (La Providencia de Dios nos ha ido trayendo también a nosotros, conque suponemos que es un asunto entre Dios y ustedes). De todas maneras no queremos dejar de decirles gracias. Nos hace muy bien saber que están allí, atentos para cuando las dificultades parecen invencibles.
Si por esas cosas de la vida surgiera la posibilidad de venir a visitarnos, sería fabuloso. Te llevaríamos a conocer esos rostros de esta gente tan maravillosamente distinta a nosotros. Poder vivir aquí, haber sido aceptados y compartir la vida con ellos es una bendición, un privilegio… Si bien hay muchas necesidades económicas, la riqueza cultural y el reservorio de humanidad que hay en estos pagos es enorme. Además podríamos conocerte y saber de tus motivaciones (es la parte fría de interactuar a través de terceros, aunque estamos seguros de que te llegarán estas palabras).
Te mandamos un abrazo grande y una foto con los equipos que se compraron (la impresora ya está trabajando en la casa de los Maristas imprimiendo los cuadernillos con las actividades para los estudiantes, pues tal como viene la cosa no durará mucho más tiempo la posibilidad de la presencialidad). Te prometemos prepara un material fílmico para mostrarte tu aporte en acción.
Mientras tanto un gran abrazo y un “gracias totales”.
Por la comunidad Marista de Chaco.
Julio Zanuttini
Docente de Alternancia